La vida es una experiencia maravillosa, llena de misterios e incertidumbres. Es la manera en que experimentamos y aprendemos. Es la forma en que creamos deudas de karma o dharma.
Los Karmas son deudas de tipo negativo, cuando dañamos, lastimamos, robamos, humillamos, corrompemos, violamos, etc., a otra persona, animal o cosa, se origina una deuda que tendrá que ser pagada o limpiada, limpiada significa sanada, ya sea directamente con la persona o ser con quien hicimos ese daño, o a través de otra persona, quien nos da la oportunidad de pagar esa deuda, en esta vida o en vidas posteriores.
Los Dharmas son deudas de tipo positivo, se originan cuando ayudamos o hacemos un bien a alguna persona, o animal, estos eventos se guardan en nuestros registros Akashicos, y se acumulan como bendiciones que recibiremos posteriormente, en esta vida, o en las subsecuentes.
Mientras más Dharmas se produzcan o reciban en una vida, tendremos una vida más feliz y bendecida; por el contrario, mientras más karmas se produzcan en una vida, tendremos una existencia llena de “problemas, retos e infelicidades”.
Los conceptos de Karma o Dharma, no son aceptados por la mayoría de las religiones. Así que desconocemos su existencia, solo algunos caminos espirituales hablan y enseñan acerca de estos. Desconocer su existencia nos ha llevado a cometer actos, que de haber sabido desde pequeños que existen el karma y el dharma, no los hubiéramos hecho.
Todos nuestros Dharmas o Karmas, nos ayudarán a vivir experiencias. Estas experiencias, sin embargo, no son al azar, eventos casuales, o coincidencias del destino, todo lo contrario, son eventos claramente planeados, programados y creados, pero ¿por quién?, ¿quién se encarga de ensañarse con nosotros en esta vida?, ¿es Dios acaso, es el destino? La respuesta es NO, la planeación de todos estos eventos es hecha por nosotros mismos, antes de nacer a la vida presente, mientras habitamos en las ciudades de la luz.
¿Qué ocurre verdaderamente, cuando un ser abandona su cuerpo físico, en el momento de la mal llamada “muerte”? En ese momento el cuerpo primordial y el cuerpo de luz, se desprenden del cuerpo físico, y estos se van al cielo, a la ciudad de la luz; o al infierno, según hayan sido las creencias de la persona, para poder continuar con sus experiencias de vida.
Existen muchos vídeos e investigaciones científicas que demuestran que estos cuerpos abandonan al cuerpo físico al momento de la “muerte”, videos en donde se observa el desprendimiento de esos dos cuerpos.
¿Qué ocurre en las Ciudades de la Luz? Estas ciudades se encuentran ubicadas, por encima del nivel de las nubes en la atmósfera del planeta, son creadas de energía etérica.
La energía etérica o el éter, como se conoce, es la energía en medio de la cual vivimos. Nosotros somos como peces que habitan dentro del agua, solo que, en lugar de agua, nosotros estamos inmersos en el éter. El éter es la energía responsable de que puedas escuchar la voz de tu interlocutor, sin esa energía, las ondas de sonido no llegarían, desde su boca hasta tus oídos. Lo mismo que la luz, las ondas de luz viajan entre el éter, desde su origen, hasta tus ojos, de esa manera es que puedes ver. En el éter se encuentran flotando el Oxígeno, Hidrógeno y otros elementos, que nos permiten vivir. Como los peces en el océano, que obtienen del agua lo que necesitan para vivir.
Las ciudades de la luz, se crearon, como un lugar de descanso y de planificación. Aquí es a donde llegan todas las almas o seres, que han dejado su cuerpo y viven por un tiempo. Esa cantidad de tiempo no es determinada por nadie, sino por el ser mismo, él o ella deciden cuánto tiempo desean permanecer allí.
En estas ciudades se lleva a cabo el reencuentro con nuestros seres queridos, nuestros papás, hermanos, abuelos, tíos, amigos, etc., que han abandonado su cuerpo físico antes que nosotros.
Después del descanso y recuperación necesarios, el ser lleva a cabo un análisis de lo que fue su vida próxima pasada, analiza sus aciertos y sus “equivocaciones”, observa sus aprendizajes, los karmas que creó y los que pudo haber roto, pero no lo hizo, y observa los que sí limpió y de los cuales está ahora liberado. En este análisis, recuerda su misión de vida y por qué había decidido volver a tomar otro cuerpo, y determina sus logros con relación a ello. Este análisis y planeación, lo lleva a cabo en compañía de sus hermanos mayores, seres de dimensiones superiores, quienes, en un acto de amor hermoso, le ayudan a ver y a analizar todo esto. Continuará…